Hacer un aparte para iniciar el 2025.

P. Manuel Antonio García Salcedo, PhD.

Arquidiócesis de Santo Domingo.

Hay que detenerse. Hacer un aparte para comenzar un nuevo ciclo laboral. Año 2025.

Lo primero: Hacer un listado de las personas que llevo en el corazón.

Las personas que me lo dieron todo. A las que les estoy muy agradecido. La mano cariñosa, amiga, solidaria que nunca faltó ni faltará.

Algunas personas se han ido. Ley de vida. Se les extraña tanto.

Los que están en otros países. Los que hemos perdido su contacto. Los que cumplieron su tiempo de relación con nosotros. Los que ya nuestras vidas no encajan.

Agradecer por los que vemos a diario y su presencia es alegría y apoyo para nuestra existencia.

Los que por alguna razón son incondicionales y a la vez medidos. No asfixian, no compran afecto, no secuestran, sino que regalan libertad.

El cielo será el reencuentro.

Mucha gente nueva nos queda por conocer. Tantos y tantos a quienes servir. Mundos personales y tan diferentes a cualquiera que hubiésemos conocido nos aguardan.

Incontables supervivientes, almas puras y a la vez tan humanas nos harán concluir: mi vida ha sido de ensueños en comparación con la dureza de la existencia a la que han sido sometidas estas personas.

Sin dependencias, sin deudas, sin cadenas y sin intereses. Importantes y urgentes vínculos que hemos de forjar con aquellos que se nos crucen en este tránsito tan corto.

Suelta, dejalos por su cuenta, a quienes no han entendido todavía que el mundo no pueden amoldarse a sus patrones y atropellan al que busca ser mejor persona, a los que anhelan una vida plena y limpida.

Dueño de la verdad es Dios y nadie lo puede someter. Se nos escurre de las manos como el agua una vez que saciamos con Él nuestra sed que será recurrente hasta el día final.

Una canción de nuestra infancia, si pasas de más de 40 décadas podrás cantar:

https://youtu.be/Kr4oa3fxJ_0?si=lmNZMUjJ7em8VvLs

¡Abre tus alas!